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sábado, 31 de octubre de 2015

alms [charity]




LA LIMOSNA:

Eclesiástico 17:
22 La limosna del hombre es como un sello para él, el favor del hombre lo guarda como la pupila de sus ojos.

Eclesiástico 12:
3 No habrá bienes para el que en mal persiste, ni para quien no agradece la limosna.

Eclesiástico 16:
14 Para toda limosna tiene él un sitio, cada cual hallará según sus obras.

Eclesiástico 35
2 Devolver favor es hacer oblación de flor de harina, hacer limosna es ofrecer sacrificios de alabanza.

Eclesiástico 40
17 La caridad es como un paraíso de bendición, y la limosna permanece para siempre.
24 Amigos y socorro para el tiempo de tribulación, pero más que ambos salva la limosna.

San Mateo 6:
2 Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

San Lucas 11:
37 Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. 38 Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. 39 Pero el Señor le dijo: « ¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. 40 ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior?
41 Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros.

San Lucas 12:
28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe! 29 Así pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y no estéis inquietos. 30 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso.
31 Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.
32 «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino.
33 «Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla; 34 porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Eclesiástico 29:
8 Pero con el humilde muéstrate paciente, y a tu limosna no des largas.
12 Encierra la limosna en tus graneros, ella te preservará de todo mal.

Hechos 10:
1 Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica, 2 piadoso y temeroso de Dios, como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios. 3 Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Ángel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.» 4 El le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, señor?»
Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios».
31 y me dijo: “Cornelio, tu oración ha sido oída y se han recordado tus limosnas ante Dios»;

Tobías 2:
13 Cuando entró ella en casa, el cabrito empezó a balar; yo, entonces, llamé a mi mujer y le dije: «¿De dónde ha salido ese cabrito? ¿Es que ha sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos comer cosa robada.»
14 Ella me dijo: «Es un regalo que me han añadido a mi sueldo.» Pero yo no la creí; ordené que lo devolviera a los dueños y me irrité contra ella por este asunto. Entonces ella me replicó:
«¿Dónde están tus limosnas y tus buenas obras? ¡Ahora se ve todo bien claro!»

Tobías 4:
8 Regula tu limosna según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, 9 porque así te atesoras una buena reserva para el día de la necesidad.
10 Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas.
11 Don valioso es la limosna para cuantos la practican en presencia del Altísimo.

Tobías 12:
8 «Buena es la oración con ayuno; y mejor es la limosna con justicia que la riqueza con iniquidad. Mejor es hacer limosna que atesorar oro.

Tobías 14:
2 Tenía 62 años cuando perdió la vista; y después de recuperarla, vivió feliz, practicando la limosna, bendiciendo siempre a Dios y proclamando sus grandezas.

8 «Ahora, pues, hijos, yo os recomiendo que sirváis a Dios en verdad y hagáis lo que es agradable en su presencia. Mandad a vuestros hijos que practiquen la justicia y la limosna, que se acuerden de Dios y bendigan su Nombre en todo tiempo, en verdad y con todas sus fuerzas.

Por haber practicado la limosna se libró Ajikar de la trampa mortal que le había tendido Nadab.


El Amor:
El amor, la caridad, está ligado a la limosna:

1 Juan 4:
18 No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo;

1 Pedro 4:
7 El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, sensatos y sobrios para daros a la oración.
8 Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados.

Proverbios 10:
12 El odio provoca discusiones, el amor cubre todas las faltas.


persistence in the good communicant of the soul of Christ



 Juan 6:

53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»

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…A estas palabras: «en mí permanece, y yo en él», Jesucristo nuestro Señor adjuntó estas: «Así como el Padre que me ha enviado vive, y yo vivo por el Padre; así quien me come, también él vivirá por mí», con las que por dos razones aparece esta unión suya real con el alma. Primero, porque si Cristo tiene vida del Padre por la conjunción que por la unión hipostática tiene con el Verbo, que vive por el Padre, entonces cuando dice que quien lo come vivirá por él, se ve claramente que significa que nosotros participamos de su vida por otra unión semejante (aunque no hipostática); de otro modo no se salvaría la propiedad de la semejanza.  



Milagros Eucarísticos - Dr. Ricardo Castañón:





PERSISTENCIA REAL,
EN EL BUEN COMULGANTE,
DEL
ALMA DE CRISTO
HIPOSTÁTICAMENTE
UNIDA A LA DIVINIDAD.

 El Santísimo Sacramento de la Eucaristía tiene como efecto primario, por institución del mismo Cristo, no sólo causar gracia, como los demás sacramentos, sino también una unión con Él de carácter especial, íntimo, y, en cuanto es de la parte del Santísimo Sacramento, perseverante. Esta unión está significada en las palabras: «Quien come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Así como el Padre que me ha enviado vive, y yo vivo por el Padre; así quien me come, también él vivirá por mí» [Jn 6, 57-58]. Esta unión se distingue de la unión mística que los demás sacramentos comunican por la gracia.

¿En qué consiste esta unión especial permanente e íntima? Hay dos opiniones al repecto. La más común de ellas la hace consistir en una gracia y caridad más ricas que el Santísimo Sacramento comunica, y que no excede los términos de la unión mística. La otra, defendida por teólogos muy serios, establece, más allá de esta unión mística, otra real, corporal y sustancial; pero la ponen entre el Cuerpo de Cristo y el cuerpo del comulgante. Ambas suertes de unión son insuficientes para salvar la fuerza de las palabras: «en mí permanece, y yo en él» y «quien me come, vivirá por mí», que significan una unión mayor y más excelente; y hace falta que esta unión según la segunda opinión sea constituida como real, pero no entre el Cuerpo de Cristo y el del comulgante, sino entre el mismo Cristo y el que lo recibe con la debida disposición.

Pero como una unión que no sea real no podría tener esta semejanza con la unión hipostática ni se podría, consecuentemente, salvar la propiedad de la locución y semejanza que usa Jesucristo nuestro Señor, de allí resulta que por las palabras antedichas debe admitirse esta unión real. Esto lo confirma de manera óptima Santo Tomás, que aclarando esas palabras dice: «Así como Cristo hombre recibe vida espiritual por unión a Dios, así también nosotros recibimos vida espiritual en la comunión del Santísimo Sacramento» [In Jn 6 ad illa verba: sicut misit me etc.]. Allí el Santo Doctor compara nuestra unión con la de la humanidad de Cristo a Dios. Algo parecido dicen el insigne exégeta Maldonado y el cardenal Toledo. 

Tomado del libro: Persistencia Real, en el buen comulgante, del alma de Cristo Hipostáticamente Unida a la Divinidad [TRADUCCIÓN ABREVIADA POR PATRICIO SHAW DE LA SINOPSIS DEL CARDENAL BELLUGA S. J. DE LA VITA ABSCONDITA DEL CARDENAL CIENFUEGOS S. J. EDITADA EN 1728 EN ROMA.]