Anticristo
[ I de San Juan, 1:22-28 ]
¿Quién es el mentiroso?
Es fácil ser anticristo, muy fácil, sin desearlo, y cuando menos sentimos,
nos hemos convertido en anticristos, [no hablo de los grandes anticristos que trabajan dentro
del vaticano preparando el terreno para el que vendrá a crear una sola iglesia
y eliminar el rito católico y por ende el Cuerpo de Cristo Sacramentado, a
través de la iglesia unificada universal cuyo terreno ha sido fertilizado con
el modernismo, está casi listo, ni de los que reciben el Cuerpo de Cristo en la
mano, etc. etc.] ya qué la sola negación de Cristo
Jesús a través de abrazar vicios o gulas que nos alejan del pensar
constantemente en Él Señor es un buen trabajo hecho por satanás para lograr su
cometido; hay dichos de los que se vale el modernismo verbigracia “La Vida es Para Vivirla”,
empujando a la gente al consumismo a buscar la satisfacción de la carne por
medio del logro personal, humano céntrico, a desarrollar el potencial humano en
buscar el éxito y reflejarlo a los demás con el alarde de los bienes adquiridos
(coche, casa, mascotas, teléfonos de última generación, amante, etc. etc. ).
Los hijos de Dios no están exentos de buscar el éxito, y el logro personal
es bueno, no obstante, sabemos que la carne y el espíritu son como el aceite y
el agua, no se mezclan, porque nadie puede servir a dos señores [Mateo 6:24], porque amara a uno y despreciara al otro, es mejor
deshumanizar el logro o el éxito y entregarle al Señor la obra, antes, durante
y después, para que todo sea para su gloria, así, disponer la riqueza y el
conocimiento para beneficio colectivo, no es fácil, menos en estos tiempos, en
que hay profesiones u oficios que por la índole de su acción todo el tiempo
están envueltos en el pecado, por ejemplo si eres abogado del derecho penal
estas en la disyuntiva de mentir en la prueba para favorecer al cliente, posiblemente un estafador o un asesino que
debe pagar condena o resarcir el daño hecho, pero en esta acción te conviertes
ante Él Señor en parte del pecado cometido por tu cliente. De igual modo si
eres un entrevistador televisivo de algún programa de debate político, igual al
juzgar y emitir juicios que solamente le competen al Señor, caes en el pecado
al usurpar su puesto, los administradores de empresas que solamente buscan el
afán de incrementar la riqueza del dueño o inversionista sin considerar la
explotación a que es sometida el trabajador ya sea por condiciones laborales
inadecuadas o por los salarios y prestaciones injustas, se convierten también
en anticristos. El mundo tiene piso de mantequilla con algodón que amortigua
para que nos resbalemos y que no sintamos la caída en la categoría de que atañe
este articulo.
El ego es tremendo, cuando nos damos por aludidos a algún señalamiento,
decimos:
¿Y no es mi vida pues? ¿Qué le importa a usted lo que yo haga?, “Si a mí
me ha costado lo que tengo”, “Nadie me regalo nada”.
Pues si nos interesa, a los que creemos en Cristo Jesús si nos interesa la
conducta de los demás, pero no para meternos en su vida, al final seremos
juzgados cada quién por separados y no en lotes o en “combo”; Nos interesa
porque la pasión del Señor es eterna, su derramamiento de sangre y dolor
motivado por nuestros pecados es eterno, y como buen hijo deseamos que nuestros
hermanos no hagan sufrir al padre. La escritura, la palabra no lo dice por
decir, o por puro gusto: San Lucas 15:7 Os digo que, de igual modo, habrá más
alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que
no tengan necesidad de conversión.
El Apostos San Juan, nos señala lo del anticristo a continuación de
advertirnos que: 15. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo [El no habla de la
naturaleza, el ecosistema, etc., eso hay que quererlo y cuidarlo]. Si alguien
ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16. Puesto que todo lo que hay en el mundo - la
concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las
riquezas - no viene del Padre, sino del mundo. 17. El mundo y sus
concupiscencias pasan; pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para
siempre. “no amemos el mundo ni lo que hay en el mundo.
En estos tiempos de las redes sociales, en que el chambre, la murmura es
un asunto generalizado, es facilísimo servirle a satanás. No es que vivamos
pensando en la “teoría de la conspiración”, esa hipótesis no es tema de vida
eterna, pero satanás es el padre de la mentira, el engaño y al participar en
debates de opinión en redes sociales comprometemos nuestra alma. La vida de
santidad tiene un premio, no cobrable en el mundo, la mayor mentira es negar a
Jesús y el mayor anticristo es uno de nosotros que actúa impulsivamente movido
por el deseo, más que por la meditación y descanso en Él Espíritu Santo.
Hay que orar, lo repito miles de veces a mí mismo, [San Lucas 21:36.
Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a
todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre], orar para que la tentación se marche y pensar con claridad
antes de actuar, no ser impulsivos al deseo; hay que separarse un poquito del
iPhone y de otros instrumentos de interacción social, para que la mente este
fresca y se pueda percibir la voz del Espíritu Santo. Dedicarse diez minutos a
apartarse del mundo es un ejercicio de salud espiritual, apaga el televisor,
apaga el celular, aléjate del Wii, del PS4, etc.: Siéntate, cierra los ojos,
reza un Padre Nuestro, luego un Ave María, invoca la presencia del Espíritu
Santo, y por diez minutos olvídate de todo y sólo habla con Dios [no yoga, ni
meditación trascendental, eso es ocultismo] di lo que hay en ti; Él ya sabe quién eres, qué piensas y qué deseas, pero
desea que tú sé lo expreses, eso le alegra y enternece.
Pidamos al Espíritu Santo derrame su gracia en nuestro corazón para luchar
contra el mundo en nuestra vida diaria, pidamos por los demás, para que juntos
sepamos evitar trabajar para satanás a través de la negación del Señor.
Amén.
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