La ley versus la necesidad.
[Comentario / Reflexión a San Marcos 2:23-28]
Ante el deseo del
hambre el hombre debe satisfacer la necesidad, siempre y cuando ese deseo no
responda a la gula, pero en situación de necesidad es imprescindible
satisfacerla.
Cuantas escenas
que contrastan se observan en nuestros países tercermundistas, residenciales de
lujo y a la par, adyacente, en una quebrada o ladera subsisten covachas: de igual modo indigentes
durmiendo en la calle atrás, de un hotel de cinco estrellas,
posiblemente ayunando por falta de alimento y en el hotel, en derroche, posiblemente
personas departiendo con comida de sobra y quizá dejando de comer para cuidarse
de no subir de peso causa de la dieta, la vanidad también mata de hambre a algunos por sucumbir a ella y algotros por no tener acceso a la comida que rechazan los que ayunan para el demonio.
En este evangelio
los discípulos arrancan espigas para abrirse camino, y ante el señalamiento de
respetar el no hacer esfuerzo físico en día sábado, la respuesta del Señor es
que el sábado es para el hombre y no el hombre para el sábado.
Podríamos inferir
que la riqueza para el hombre y no el hombre para la riqueza; la riqueza de los
bienes terrenales de sobra es conocido que están distribuidos de manera tal que
la pobreza es el negocio de los que poseen riqueza, en estos últimos años el
marketing está trabajando en hacer llegar a los más pobres los bienes en
presentaciones, empaques o envoltorios accesibles y esas tácticas de mercadeo que se refieren como “el
compromiso social de la empresa” y de social no tienen
nada, social en función de la masificación de la necesidad de dichos bienes,
incluso comestibles sumamente sintéticos que menoscaban el sistema nervioso de
los individuos, son rentables financieramente para el que los produce
y vende , ya que las aparentes presentaciones en
cantidades pequeñas (v. gr. Kellogg, detergentes, shampoos, etc.) realmente son
más caras que comprarlas en presentaciones de mayor cantidad. La ley de la oferta y la demanda no opera
bajo la manera de pensar del Señor. No es posible que unos pocos tengan bienes
de sobra y en exceso mientras otros nunca en su vida podrán satisfacer sus
necesidades básicas de subsistencia. Es algo parecido a los del sábado en
relativo a la ley, porque cuando el hombre pone las condiciones del vivir,
entonces algunos serán los que se beneficiaran de esas condiciones y otros
serán la carne que alimentara la voracidad de los manipuladores del mercado.
La cantidad de hijos
no es la que Dios da… esa visión de
la ley tiene una estructura gramatical tendenciosa motivadora del uso de métodos
anticonceptivos y enfocada al consumismo, que la vida es para consumir y con
pocos hijos motivamos un mejor nivel de vida. El Señor Jesús en este evangelio
difiere completamente de esta noticia aparecida en un periódico ya que si se
hablara a la luz de los evangelios, especialmente las cartas de San Pablo podría
darse cuenta que la ley sale sobrando sino que pesa el amor a Dios lo que vale.
Amén.
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