“El Tiempo es Corto”
[Comentario / Reflexión a 1ª Corintios
7:29-31]
El tiempo es
corto, hace unos veinte años los niños todavía percibían que el tiempo era
largo, bastante para desarrollarse como niños, jugar, divertirse, curiosear que
muchas veces terminaba en travesura; y los que pasaban los cuarenta años ya
comenzaban a sentir la sensación de que el tiempo era corto; esto por los
quehaceres buscando el sobrevivir en algunos y mantener el estatus en otros,
total que en estos tiempos, espero no equivocarme, los niños también han
entrado en el "estrés" de que el tiempo es corto, con tantas
distracciones ya no hay tiempo para muchas otras cosas de niños. Pues ya en
esta época muchos de nosotros percibimos que los minutos del día no son
suficientes y entre leer/contestar correos electrónicos del lugar en que
trabajo o del negocio propio, el atender los chateos en twitter, y otras tantas
actividades que la vida ofrece en las que el afán de cada cual se atrinchera
para vivir.
Sucede que la
tierra tarda en su rotación y traslación el mismo tiempo de siempre, es
probable que con los desajustes
climáticos la presión atmosférica sufra algún cambio y el meridiano y el ecuador sufran alguna
distorsión o desplazamiento y con ello la tierra quizá gane un “poquito” de más
velocidad en ambos movimientos; pero no hablamos de ese tipo de tiempo; porque
el hombre nace, crece y muere en un tiempo humano y no planetario, ni tiempo
terráqueo, ya que la medida del tiempo
con el movimiento de rotación y traslación es una bendición que nos proporciono
Él Creador para que todo tuviese equilibrio y que el humano pudiese con el día
y la noche disponer de un tiempo de recogimiento ya sea para dormir o para orar
y que las demás creaturas, plantas etc. del mundo puedan completar ciclos de
vida en este planeta.
El tiempo es
corto, ese tiempo al que se refiere el Santo Apóstol Pablo, es un tiempo con
medición diferente al del uso horario, es ese tiempo de nuestras vidas que pasa
como un soplo ante nuestras intenciones y cuando revisas las fotos que te
tomaste hace unos años ves una marcada diferencia física entre ese y el del
presente y no supiste cuando ese tren de la vida paso tan rápido y no sabes en
donde tienes depositados los años que viviste para ir y corregir o mejorar las
cosas que hiciste o revivir los momentos de gracia plena o felicidad terrenal. [II Pedro 3:8. Mas una cosa no podéis ignorar, queridos:
que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día.]
El tiempo es
corto, por eso, lo que has de hacer hazlo pronto [San
Juan 13:27. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo
que vas a hacer, hazlo pronto.»], porque el próximo segundo ya no seremos los
mismos en nuestra conciencia y posiblemente si no dejamos de lado el demonio de
la indecisión habremos perdido la oportunidad de nuestras vidas, especialmente
la oportunidad de redimirnos y ganar la vida eterna.
El tiempo es
suficiente para estudiar una carrera universitaria, un noviazgo, hacer fortuna,
purgar una condena en la cárcel, etc. pero es corto para buscar la salvación;
sí ofendiste a alguien, el tiempo es demasiado corto y hay que ir a buscar esa
persona, ya sea que hayas tenido la razón al ofenderla, y pedirle perdón; si
estas dedicado a las extorsiones, el tiempo es corto para que dejes de hacerlo
y hacer acto de penitencia y pedir perdón; si asesinaste, si mientes
constantemente fantaseando sobre tu vida para sentirte más que los demás o para
abochornar por placer, tu tiempo es sumamente corto para que tu conciencia domine tu corazón y resuelva el cambio.
La muerte llega
sin aviso previo, dichosos aquellos que padecen una enfermedad terminal y que
aproximadamente les han calculado la fecha de fallecimiento porque fuera de ser
un castigo Divino, es una bendición porque en ese tiempo de penitencia
sufriendo la enfermedad, puede hacer un análisis de su conciencia y hacer lo
necesario para suplicar perdón por los pecados cometidos y en ese momento el
tiempo ya no es corto, el tiempo es el necesario para reconciliarse con Él
Señor y lograr entrar a la iglesia triunfante. [San
Mateo 24:36 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los
cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.]
El demonio de la
indecisión confabula con los estilos de vida impuestos por los que controlan el
mundo, esos que han hecho del ocio su caballito de batalla; y no es teoría de
la conspiración, nos referimos a los dueños del dinero, los que provocan que
nuestro tiempo terrenal sea más corto, tan corto que nos distraen de la acción
santificadora de la oración. Esos qué cada vez deciden los perfiles de todo, de
todo, de los bienes y servicios de consumo, de la forma que deben tener los
cuerpos para ser aceptados socialmente, de cuando y que países deben guerrear,
los que definen las políticas económicas a través del Banco Mundial y demás
instituciones “de desarrollo”, los que han destruido la infancia distorsionando
los ciclos de crecimiento moral atando a los infantes a sus modas y control
consumista, esos que incluso deciden
cómo debe funcionar la iglesia para que se adapte a los tiempos
modernos; Esos que confunden cumplir los preceptos con la caridad, haciendo
énfasis en la caridad y al hacerlo eliminan el precepto por medio del cual se
honra al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo y ambos, precepto y caridad deben ser un nudo sin desatarse para ejercer
el amor a Dios y al prójimo.
El tiempo es
corto, rezar un Padre Nuestro nos toma entre 25 y 30 segundos sí lo hacemos
pausadamente, y el poder de esta oración es inmedible, esos pocos segundos en
tiempo humano, no es un tiempo corto en El Cielo. La brecha que abren nuestras
oraciones, los rayos de luz celestial que actúan como canal de comunicación
en nuestra alma y permiten invocar la misericordia de Él Señor; son el
tiempo eterno que nuestra alma vivirá en felicidad perfecta.
Es tan corto el
tiempo del humano en función de su permanencia en el planeta tierra que a la
acción de vivir debe preceder, antes que nada suceda en un día cualquiera, la
acción de dar gracias porque no sabemos si ese día lo concluiremos en este
vehículo que se llama cuerpo y que no nos pertenece.
El Santo Apóstol
Pablo hace hincapié en el cambio de “estilo de vida”, buscar la santidad
prontamente, porque el único tiempo suficiente que tenemos para buscar al Señor
es la milésima de segundo que sigue a este segundo actual; luego y desde el
momento que él último hálito, último aliento desaloje nuestros pulmones,
entonces y solo entonces el tiempo para nosotros ya no tendrá importancia
porque habremos perdido esa gracia del tiempo que tuvimos para buscar al Señor. [Isaías 55:6. Buscad a Yahveh mientras se deja encontrar,
llamadle mientras está cercano.]
Corintios 6: 20. ¡Habéis sido bien
comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.
El túnel del tiempo
“-En
el túnel del tiempo
viviendo
las ansias humanas
-Despierto,
vivo, anochece
duermo,
sueño,
rio,
gozo, lloro, engullo,
amo,
me estreso, gano, pierdo;
espero
llegar a anciano,
eso
es lo que mi reloj del tiempo
ha
cincelado en mi sentir.
-Cuando
esperas
el
tiempo es una laguna
sín
desagüe.
-Cuando
no esperas
es
un rio de caudal enorme
deslizándose
hacia el mar;
Te
sobra la vida
y
la pausa se utiliza
en
el ocio, en el goce,
en
el ritual del descanso
y
mi tiempo, como niño
va
caminando descalzo.
-En
mi túnel del tiempo
mi
conciencia va viajando
en
la clase de cuarta o de tercera
y
solo me acuerdo de ella
cuando
por esas casualidades
algo
me sale mal;
entonces
rezando
“El
Padre Nuestro”
logra
que mi conciencia
viaje
de nuevo en clase primera
y
en ese va y viene
el
túnel se está acabando
en
la última estación
esta
la balanza esperando
con
las buenas y las malas;
ya
será demasiado tarde
para
aprender la lección.”
Saulo de Tarso
El Salvador
25/01/2015
Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
[San Lucas 1:35]
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
[San Lucas 1:35]
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
[San Lucas 1:35]
Gracias Espíritu Santo
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