Primeros cuatro días de La Creación
[Comentario / Reflexión a Libro de Génesis 1,1-19]
El caos entra en orden por la Palabra. La Palabra
vino también al mundo en carne y hueso a ordenar el caos de los humanos, para con esa Luz abrirnos las puertas del cielo.
La creación del mundo,
en sus primeros cuatro días contemplados en estos versículos nos muestran como
es necesario cuando hay caos separar esa tribulación por medio de la palabra y
luego cuando la luz se establece en el universo de nuestras vidas empiezan a
surgir diferentes manifestaciones, establecemos diferencias entre el día y la
noche, la obscuridad y la claridad; la fertilidad de la tierra que recibe la
buena semilla se hace presente y comienzan los frutos, el firmamento participa
en nuestras vidas, por muy lejana que una estrella se encuentre de la tierra,
ese cuerpo celeste ejerce un equilibrio aun en la más pequeña semillita para
que esta germine y brote de ella otra vida, porque la semilla en si ya posee
vida interna esperando que explote, que rompa la testa, la corteza, la cáscara,
porque toda la creación todos los elementos tienen una misteriosa interrelación
unos con otros, y la comunicación equilibrada entre todos los seres de
cualquier reino ya sea vegetal, animal, mineral, etc. influyen mutuamente para
que cada uno de ellos complete el ciclo vital que le corresponde. Un ateo o un
tibio en la fe pueden descubrir la inmensidad divina con tan solo tratar de
entender el matrimonio que existe entre la tierra y sus nutrientes, los
microorganismos, el agua, el sol, etc., para que una semillita suelte el
universo que hay dentro de ella para crear una planta, y esa planta no
solamente cumple un papel de dar alimento posiblemente, sino que son los
elementos que crean y limpian el oxigeno, la fotosíntesis de las plantas es un
fenómeno Divino, un milagro que debiera ser suficiente para convencer de la
existencia de la grandeza del Señor en la inteligencia de la creación.
Cuando crea los cielos,
crea todo lo que hay en los cielos, ángeles, arcángeles, tronos, potestades,
arcángeles, querubines, serafines, etc. la tierra existía y había caos y
confusión en completa oscuridad, su espíritu estaba presente aleteando sobre
las aguas, creo el amanecer y el atardecer; para los que creen en la teoría
evolucionista es importante que estén enterados que el tiempo de Dios es
diferente al tiempo del hombre y que ese primer día en que ocurrió el primer
evento pudo haber sucedido en miles de años, en un día es una referencia Divina
que difiere del sentido humano.
Y deja en el firmamento
los luceros para que pueda distinguirse el día de la noche y también para que
sirvan de señales para solemnidades, esas señales en el cielo, esos cometas
profetizados que tendrán un impacto sobre la tierra aunque pasen a distancias
milenarias de la atmosfera terráquea, ese firmamento que anuncio el nacimiento
de Nuestro Señor con la estrella de Belén, y ese firmamento que servirá para anunciar un
aviso profetizado ya desde hace unos años y que no será el fin del mundo, sino
que nada más para qué aquellos corazones tibios puedan discernir y cambiar a
docilidad y amar al Señor como Él desea que le amemos; ese firmamento que será
el escenario cuando por fin Él Señor regrese a la tierra ya no como Verbo
Humanado, sino en toda su gloria y esplendor como Juez a separar la cizaña del
Trigo.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de
Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros [2ª Corintios 13:13].
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
[San Lucas 1:35]
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
[San Lucas 1:35]
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
[San Lucas 1:35]
Gracias Espíritu Santo
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