El Relax
[Comentario / Reflexión a Hebreos 4:1-5 y 11.]
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Cuantas veces no
deseamos hacer tal o cual cosa para dar un giro completo a nuestro estilo de
vida, pero los vínculos familiares, las posesiones, las relaciones sociales, el
temor a lo desconocido o no lograr creer sin haber probado, la inseguridad
generada por mis propios pensamientos, y así un sin fin de posibilidades que
son las barreras a esa decisión.
En los cambios de estilo
de vida, en general, la decisión es importante, la voluntad no vale de nada
porque en este mundo terrenal todo tiene un ciclo que equilibra la existencia
en el mundo. Si los árboles no botaran las hojas marchitas el suelo no tendría oportunidad
de obtener nutrientes al entrar en descomposición las hojas, y ser alimento
del suelo; las abejas polinizan, contribuyen a la fecundación de las flores, igual
los pajaritos además de limpiar los árboles de insectos también contribuyen a
la polinización, hasta los animales que depredan cumple un papel vital en el
equilibrio Divino de este mundo viviente.
El descanso del hombre
no estriba en estar en un cómodo sillón libre de acción física, pues habemos personas que estamos físicamente descansando o gastamos dinero para qué en los
llamados “spa” a través de “técnicas de relajación” podamos tener un momento de
“relajamiento” y por la carga que llevamos sobre nuestro corazón y espíritu solamente
logramos el gozo carnal pero no un verdadero descanso: el ocio se vale de esos
accesorios que funcionan para satisfacer la carne, pero no para dar paz al corazón,
v.gr. ser fanático de un equipo de futbol de élite, encanto por la televisión,
extasiarse con los juegos de video, ensimismarse escuchando canciones ya sea
que alientan el amor apasionado o de otra naturaleza; todos los proveedores del
ocio lo que buscan es distraer los pensamientos del hombre y dar paz terrenal
temporal.
En cambio hay personas
que lucen agotadas por el desgaste que implica el trabajo o acción que
realizan, pero su corazón a diferencia del anterior está lleno de paz y gozo,
tranquilidad.
Cuando ejecutamos una acción o emitimos juicios,
que posiblemente para el mundo sean correctos o “tolerables”, v. gr.: “el/ella tiene razón
de ser infiel, si la mujer ni lo atendía bien en su casa”; “ella/él tiene derecho
de golpear al esposo, de todas maneras ella es la que aporta para el gasto de
la casa”; “ella no deseaba tener el niño, estuvo bien que le abortara porque
ella tiene el derecho de decidir”, “qué bueno que asesinaron esos pandilleros,
se lo merecen”; y así muchos ejemplos de tolerancia. Esas acciones y palabras
que nos comprometen con el mundo son las piedras lisas sobre las cuales resbala
la palabra y se desliza hacia el infinito.
En el momento que hago
un análisis de la conciencia, de cuáles son las cargas por las que arrastro mi
deseo y a pesar qué el mundo las acepte cómo estilos de vida normales y la decisión de liberarse de dicha
carga se ha tomado, aunque no hayamos iniciado el cambio, sólo el hecho de
vencer el orgullo y en ese acto de humildad se requiere un empujoncito para
actuar; ese empujoncito es la oración, a la par de la intención, debe existir
la oración, porque al ser propiedad nuestra alma del Creador, entonces lo que
sigue es someter al libre albedrio, pero solos no podemos, el auxilio viene con
la oración. [San Mateo 7:7-8 . «Pedid y se os dará; buscad y
hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá.] y con la práctica la
vida va cambiando y cuando venimos a darnos cuenta ese camino tortuoso de
llevar las cargas emocionales se va disipando y es lejano y no deseamos volver
a él. [Romanos 10:17 Por tanto, la fe viene de la predicación,
y la predicación, por la
Palabra de Cristo.].
Esforzarse por el
descanso, en tanto la promesa está vigente, en tanto el tiempo lo permite.
La única limitación para no entrar en ese descanso es desear pero no
poder hacerlo, somos nosotros mismos [San Mateo 11:28.
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré
descanso.].
El descanso en El Señor
no nos libera de las tribulaciones de este mundo, lo que hace es que nos
ilumina la mente para tomar decisiones correctas y el temple del carácter no
cede ante las vicisitudes y con los ejercicios de piedad vienen los premios y
la tranquilidad en el corazón permite dar muestra de los dones del Espíritu
Santo.
Amén.
Ave María Purísima. Sin Pecado Concebida.
Ave María Purísima. Sin Pecado Concebida.
Ave María Purísima. Sin Pecado Concebida.
Gracias Espíritu Santo.
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