SANTOS NEREO Y AQUILES.
Según refiere san Dámaso, eran soldados del ejército romano,
adscritos a un tribunal y encargados de las torturas y de las ejecuciones
capitales, prontos a obedecer, por temor, las órdenes impías del magistrado.
Impresionados por el ejemplo y la fortaleza de los mártires
cristianos, se convirtieron al verdadero Dios y abrazaron la religión
cristiana. Depusieron las armas, abandonaron el campamento militar y confesaron
su fe en Cristo. Por ello fueron arrestados y ejecutados en Roma a finales del
siglo III o principios del siglo IV.
Sus cuerpos fueron depositados en el cementerio de Domitila, en
la vía Adreatina de Roma.-
Oración:
Dios todopoderoso, concédenos sentir la piadosa protección de los
gloriosos mártires Nereo y Aquiles, que nos han dado en su martirio un valeroso
testimonio de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
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