Tomado de: CATOLICO CRISTIANO Y MARIANO
OFRENDADME VUESTRAS VIDAS EN UNION CON
BENEDICTO XVI
23-5-2016
Padre mío, bajo Tu Santo llamado de penitencia,
oración y ayuno por nuestro Vicario Benedicto XVI, a ti respondo nuevamente
esta tarde con un Si a ofrendarte mi vida, mis pobres oraciones, penitencias y
ayuno, para fortalecer y sostener a nuestro papa, Benedicto XVI, en estos
momentos tan decisivos para la Iglesia y la salvación de las almas. FIAT
VOLUNTAS TUA. Amén.
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Contada sois, hija Mía, entre las almas víctimas, a ofrendaros,
por la acción del Espíritu Santo en vuestras almas, para sostener la Santa
Misión de Mi Vicario, Benedicto XVI. Debéis entrar en un ayuno, en oración
constante y penitencia, porque los días ya se acortan para vuestro
Pastor, Benedicto XVI, y su hora está ya próxima en que, conducido y seducido
por Mi Santo Espíritu, en la Presencia de Santa de María Santísima, quien lo
visitará en cuerpo y alma, para que ante su Inmaculada y Santa Presencia quede
él lleno del Espíritu Santo, Pedro, el que pastorea y apacienta a Mis ovejas.
Así como Yo, el Altísimo, Me manifesté al mundo en el Hijo a
través de María, en su FIAT VOLUNTAS TUA, el Espíritu Santo llevó toda Mi Obra
Divina en Ella, y así será en estos días para el Vicario de Cristo, Benedicto
XVI. Mi Hora ya
está puesta en María, y se pondrá de manifiesto en Benedicto XVI, quien quedará
bajo la Acción Divina del Paráclito, para culminar su Misión.
Lavar con su sangre Mi Santo Lugar, que es
profanado por los mismos Míos, porque ya pronto se manifestará de lleno el
Misterio de Iniquidad, el hijo de perdición, que ya sólo espera el momento,
porque en la presencia de Benedicto, en quién mora y actúa el Espíritu Santo,
le impide su manifestación para que se instale la Abominación Desoladora.
Ya nada Santo queda en el Lugar Santo, que han
profanando los mismos Míos, y Mi Verdadera Iglesia ya no está con ellos, los
impíos y traidores, los judas de estos tiempos; la Verdadera Iglesia estará
escondida, habrá huido al desierto.
A tres Apóstoles y amigos llamé Yo a orar e ir Conmigo al
huerto, y ser Mis compañeros más íntimos en Mi Agonía, porque esta hora, en el
huerto, era la hora del Hijo del Hombre.
Así es, también, para quien es Cabeza, Vicario del Rebaño
Universal, a ejemplo de Cristo, y tres serán sus mensajeros y profetas que, por
el Mismo Espíritu de la Verdad, han sido llamados a ser víctimas con Benedicto,
compañeros de su martirio espiritual, porque en vuestra libertad de espíritu os
habéis ofrecido libremente para sostener al Vicario de Cristo.
Vosotros, Mis profetas, a los que os revelé estos Santos
Misterios y fuisteis siempre valientes en anunciar y denunciar la Verdad, a
llamar cada cosa por su nombre, y Me habéis mostrado Fidelidad.
Está ya cerca la hora; por eso, sois
congregados y llamados a la oración, a la penitencia y el ayuno, pues la noche
obscura para Benedicto ya se acerca, y necesita de vuestras almas consoladoras,
almas que espiritualmente sabéis entrar en comunión espiritual con Benedicto XVI,
para sostenerlo en su noche obscura.
Cada alma de la Iglesia remanente que
gustosamente se una en esta intención de oración y ayuno, Yo, Dios Altísimo, la
bendeciré con dones y bendiciones para estos tiempos de gran tribulación, que
será un signo profético que dará el inicio a los últimos acontecimientos de Mi
Iglesia.
Siete días ofrecédmelo todo por el Vicario de
Cristo, siete días de mortificación corporal, para elevar el espíritu y unirlo
a Benedicto, en esta que es ya su hora de su pasión dolorosa, la pasión de la
Iglesia.
Los días 28, 29, y 30, hasta la llegada del día
31 del mes de mayo, celebrad con devoción y fe vuestras misas espirituales, que
serán de gran ayuda y valor para Benedicto, vuestro Vicario; haced por tres
días, antes del 31 de mayo, tres Santas Misas por la mañana, a temprana hora,
al medio día y por la noche, pues estas misas, de Mi agrado, en comunión con
Benedicto XVI, lo fortalecerán y le darán vigor para llevar a cabo el fin de su
Misión, sellando con su donación y entrega a la Iglesia FIEL, la Iglesia
Verdadera, que habrá quedado en el desierto, siendo a la vez fuente de
abundantes bendiciones y gracias celestiales para los Verdaderos Apóstoles y
Discípulos de estos tiempos, que sois todos vosotros, Mi Resto Fiel.
Que este, Mi llamado, llegue a los corazones de
los hombres de buena voluntad, las ovejas dóciles y humildes del pastor dócil y
humilde, que sigue las Huellas del Crucificado, del Cordero manso y humilde,
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Bendigo Yo, Dios, esta Alianza de Amor de almas víctimas, unidas
y entregadas a la Única Victima Perfecta y Pura de Expiación. Mi Gracia os
basta para cumplir con Mi Voluntad.
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Padre Mío, Santísima Trinidad, toma la pobre
ofrenda de mi vida y todas las buenas obras, oraciones, ayunos y penitencias de
todas las almas Victimas, de todos los hombres de buena Voluntad, Todo te lo
ofrecemos a Ti, Dios Altísimo, por los méritos Santos de Nuestro Señor
Jesucristo, TU HIJO MUY AMADO, EN QUIEN TENES TODAS TUS COMPLACENCIAS.
Todo te lo ofrecemos para el sostenimiento de
Nuestro Santo Vicario, Benedicto XVI, para que con la ofrenda de su vida, su
martirio y su sangre, te de todo el Honor y la Gloria, y nos muestre él, a
nosotros de su rebaño, cómo un verdadero pastor da la vida por sus ovejas, y
cuál es el camino a seguir, el camino de la cruz, del calvario, del martirio,
camino donde se llega seguro al cielo y a la Gloria Eterna. Amen. Amen. Amen.
(Mensaje dado a Alma escogida)
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