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martes, 31 de mayo de 2016

María Santificadora – La Visitación


María Santificadora – La Visitación

y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?

39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; 43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. 45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
San Lucas 1:39-45
La Santa Biblia
Versión Biblia De Jerusalén, 1976


Magníficat

46 Y dijo María:

«Engrandece mi alma al Señor 47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador 48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, 49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre 50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. 51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. 52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. 54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia 55 como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
San Lucas 1:46-55
La Santa Biblia
Versión Biblia De Jerusalén, 1976

Reflexión

Todas las gracias vienen del Señor; todas las gracias son concedidas por intercesión de su Santísima Madre.

La Santísima Virgen María, albergando en su vientre al Dios Hombre, la Segunda Persona de la Trinidad Sacrosanta,  portaba también  en su corazón al Espíritu Santo, la Tercera Persona;  y Este obra en Santa Isabel para reconocer al Señor en el vientre de la Visita y a la vez la sola presencia de Ella le concede a San Juan Bautista su Santidad, y Santa Isabel no necesita la visión beatifica para ver a Dios encarnado. Momento sublime, celestial, sin precedentes, Dios ha bajado al mundo y ha empezado su ministerio utilizando el cuerpo Santísimo de su Madrecita para iniciar la proclamación de la Palabra, llevar la Luz a la oscuridad y las figuras están cumpliéndose, la Luz esta con Santa Isabel con la claridad para reconocer a la Madre de Dios.

La cualidad Santificadora de la Santísima Virgen María es manifiesta en la Caridad, siendo la Madre del Bello Amor con la Caridad Santifica y con la Caridad se da paso a la humildad y mansedumbre cimientes de la obediencia.

María Santísima es Santificadora, Esposa del Espíritu Santo el cual habita en su Corazón, siendo su esposo el Gran Consolador y dador  de todos los carismas y dones: Entonces por gracia Ella es consoladora y medianera de esas virtudes, gracias, dones, carismas.

En ella está la Santa Sabiduría, el camino para conocer la Verdad, el que la escucha no tendrá jamás de que avergonzarse, el que confía en Ella no pecara, quien la esclarece obtendrá la vida eterna.

Siendo la Madre del Bello Amor y del temor, y de la ciencia y de la Santa Esperanza, acompaña a los que rezan con devoción el Santo Rosario; y en ese ejercicio de rezar a diario la Corona del Santo Rosario acompañado del Sacramento de la Reconciliación; el rezador se va santificando.

La Madre de Dios es Santificadora, porque no le niega su amor y auxilio aún al pecador mas empedernido. Quién estando en pecado la busca a través de la invocación con el Santo Rosario, no pasara mucho tiempo para que la Madre de Dios y Madre Nuestra inicie el proceso de conversión en el pecador y le acompañe en el camino de la santificación dándole fortaleza con el Espíritu Santo para que abandone el pecado y regrese a buscar al Señor Jesús, El Buen Pastor, para que la encamine al redil del camino estrecho pero seguro para llegar al Cielo.

La Visitación a su Prima Santa Isabel es un acto de humildad y Caridad de La Señora del Cielo y de la Tierra, de todo lo creado, La Reina fue a servirle a su anciana Prima, asistirla, ayudarla; así como hacía con los Santos Apóstoles cuando se fundamento la Iglesia luego de la Ascensión del Señor; y así como hace con todos los que la invocamos en nuestras tribulaciones temporales, ella siempre esta presta para santificarnos y para mostrarnos el camino correcto para ser Cristianos siguiendo el estrecho camino Mariano.


Santa María:

Mandame como Reina.
Enseñame como Maestra.
y Corrigeme como Madre.

AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


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