«A Cristo,
que por nosotros ha nacido, venid, adorémosle».
El Evangelio según san
Lucas nos cuenta así lo sucedido:
«En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto,
ordenando hacer un censo del mundo entero, y todos iban a inscribirse, cada
cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió
desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén,
para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban
allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo
envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la
posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la
noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les
presentó y les dijo: "No temáis, os traigo la buena noticia, la gran
alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un
Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
De pronto
apareció una legión del ejército celestial que alababa a Dios diciendo:
"Gloria a Dios en el cielo, y en la
tierra paz a los hombres que Dios ama".
Cuando los ángeles los
dejaron, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José y
al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho
de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los
pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón».-
Oración:
A los que celebramos con alegría
cristiana el nacimiento de tu Hijo, concédenos, Señor, penetrar con fe profunda
en este misterio y amarlo cada vez con amor más entrañable. Te lo pedimos,
Padre, por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
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