SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS. (Día 1º de Enero)
La Iglesia celebra con
toda solemnidad el misterio de la maternidad divina de la Virgen el día 1 de
enero, fecha en que también se conmemora lo que nos recuerda el evangelio de
San Lucas:
“Al cumplirse los ocho días del
Nacimiento del Niño, lo circuncidaron y le pusieron por nombre Jesús.”
La fiesta de hoy está
destinada a celebrar la parte que tuvo la Santísima Virgen María en el misterio
de la salvación como corredentora nuestra, medianera de todas las gracias y en el
establecimiento de la verdadera iglesia de Jesucristo en la tierra y a exaltar
la singular dignidad de que goza la madre de Jesús, Dios y hombre.
En el final de los tiempos, durante el Juicio Universal serán develados
a todos aquellos que no han creído en la Inmaculada Virgen María el lugar que
ella goza en el cielo y especialmente será mostrada esta verdad a los que han
blasfemado contra su Inmaculada Concepción.
Todas las gracias
vienen de Dios, pero ninguna gracia se reparte si no es con el concurso de la Santísima
Virgen. El Señor Jesús dice a profetas de nuestros tiempos que está bien que le
busquemos a Él para pedirle auxilio, pero que es más fácil el camino si lo
pedimos a través de su Santísima Madre como intercesora y abogada nuestra.
«San Francisco -dice San
Buenaventura- amaba con indecible afecto a la Madre del Señor Jesús, por ser
ella la que ha convertido en hermano nuestro al Señor de la majestad».-
María es Virgen antes del parto, durante el parto y después del
parto.
Oración:
Dios y Señor nuestro,
que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de
la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquella de quien hemos
recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
Dios te Salve María,
Llena eres de gracia, El Señor es contigo
Bendita tú eres entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesus.
Santa María Madre de Dios,
Ruega por nosotros Pecadores;
Ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
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