Fiesta de la
Sagrada Familia: Jesús, María y José
Cumplen con la ley, Dios, El Verbo Humanado, se somete a la ley terrenal,
ya que es parte de los habitantes de la tierra no hace uso de su derecho de no
cumplir, siendo el dueño de todo, el Rey de Reyes, y como si hubiese sido parte
del pecado original humildemente cumple con lo que los humanos cumplen para su
purificación.
San Simeón dirige sus profecías a la Santísima Virgen
María, como para confirmar lo que de antemano ella ya sabía, que Nuestro Señor
es motivo de hundirse en el infierno o de salvar el alma, quienes creen y
quienes no creen, los que amamos el mundo y los que creemos en lo espiritual.
Y la Santísima
Virgen María es consagrada como la medianera, la viadora; ya
que al acompañar al Señor Jesús a lo largo de su estadía en la tierra tanto en
la proclamación de la palabra como en su pasión, muerte y resurrección es la Santísima Madre
que sufre por las intenciones de los corazones de cada ser humano que vive en
este planeta; cada pecado que cometemos los seres humanos aumentan la pasión eterna
en que vive el Santo Jesús martirizado, y así lo expresa San Simón; ¡y a ti misma una espada te atravesará el
alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.
La Santísima Virgen
María es el amor puro de Jesús El Señor, es la que vela porque quien le invoca
reciba el auxilio necesario para que la sangre de Cristo no se halla derramado
en vano.
En este evangelio (San Lucas 2:22-40) se presentan los dos primeros
profetas, además de San Juan Bautista, ya que tanto San Simeón como la
profetiza Santa Ana, son los dos primeros que anuncian al mesías y lo hacen públicamente
en el templo.
40. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de
sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él: El santo evangelista, escribe que el niño crecía y se fortalecía, pero
lleno de sabiduría era desde el principio de los tiempos, ya que siendo Dios la
sabiduría era ya intrínseca en su ser como humano y así los milagros ocurrían por
donde el pasaba, ya que la gracia de Dios estaba sobre él, es cierto que el
primer milagro publico fue en las bodas de Cana cuando transformo el agua en
vino, pero hubo muchos y muchos milagros no públicos que se efectuaron
derramando bendiciones por doquier que El se dirigía; El Señor Jesús no era
humano, era un Dios Humanado, entonces, los prodigios abundaban por donde el
pasaba y se reservaban para evitar que satanás adquiriese conocimiento de que
El Salvador ya estaba en la tierra para cumplir con las promesas de Dios
Todopoderoso al pueblo de Israel.
Dicen que la familia es la base de la sociedad, pero en verdad que la
familia es la base de la fe y de la iglesia, ya que el conocimiento de Dios se
adquiere en el seno familiar cuando se educa a los hijos, y el padre haciendo
las veces de sacerdote consagrado administra la honradez y devoción, y la madre
haciendo las veces de corredentora esparce el amor y sabiduría al interior del
hogar. Esto lo sabe muy bien satanás, qué la familia es la base de la iglesia y
del amor entre los humanos, y por lo tanto en estos tiempos y desde siempre ha
procurado que se destruya el núcleo familiar a fin de que la corrupción se haga
presente en los individuos desde su niñez y que el amor se transforme en
mezquindad, con esto se multiplica el odio, el rencor, y demás vicios de la
carne en la sociedad y deviene en problemas sociales y políticos. La base
espiritual se ve socavada y los individuos se afanan mejor en buscar la
supervivencia en la vida terrenal que luchar por ganar el cielo a través de la práctica
espiritual.
Dios es amor y la imagen viva de San José, La Santísima Virgen María
y el Rey Nuestro Señor Jesús, son el triangulo equilátero en que descansa el
amor; de ahí que era necesario que el niño tuviese un padre terrenal que
asumiera la responsabilidad ante la sociedad de representar al núcleo familiar
como varón santo y responsable, que además de preocuparse por procurar el
alimento, también procurar dar amor, comprensión, cariño, y afectos que
necesita un infante para sentirse parte de la sociedad llamada familia. El Niño
Dios siendo quien Era y Es no necesitaba de un padre terrenal, sin embargo, era
necesario presentarnos a nosotros la figura paternal de San José para dejarnos
en claro que en este mundo así deben funcionar las cosas y que familia sin
padre, no es familia, sino que es un grupo de personas llenas de resentimiento,
necesidades afectivas (y materiales en algunos casos) y de fuerza moral endeble.
Y que es necesario que toda familia funcione con una madre, un padre y los
hijos, y pueden faltar los hijos, pero nunca puede faltar alguno de los padres
(salvo caso de fallecimiento de alguno de ellos); hasta ahí se manifiesta el
ejemplo de mansedumbre y humildad representado en San José, la Santísima Virgen
María y el Niño Dios.
“-Espíritu Santo
ata con lazos de fuego amoroso
los corazones de los esposos
a sus esposas;
Qué los vínculos sacramentales
No se rompan por la torpeza humana;
Ata las intenciones
a la intención Divina.
Habita en el centro de los hogares.
Encomienda a San Miguel Arcángel
que delegue una compañía de su ejército
para que resguarde las murallas
del amor de los casados.
Que la fe, la esperanza y la caridad
nazca del amor matrimonial
y se desparrame
sobre los hijos;
Que ellos sean los mensajeros
del amor matrimonial.
Juntos hacer coro
con los coros celestiales
en la alabanza diaria
en clamor amoroso hacia Dios
Nuestro Señor.”
Nuestro Señor.”
Amén.
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