En la fiesta de San Esteban, protomártir.
Los tiempos son relativos, en estos tiempos postreros y desde la Ascensión a los cielos
de Nuestro Señor, se inicio la cuenta regresiva para su segunda venida y su
palabra fue proclamada en todo el mundo, los cambios generacionales han sido
aprovechados por los herederos de herodes y caifás para generar en la mente de todas
las generaciones la idea de qué la pasión de nuestro Señor Jesucristo es lejana
y es histórica ligada a nuestros tiempos nada más como algo que celebramos pero
que ya paso y la conmemoración de todos los eventos que sucedieron cuando se
humano el Verbo son cosa de ese pasado y no de este.
La nueva era ha influenciado todos los aspectos de la vida, disfrazándola de
valores, de tolerancia y de autoestima; es decir, la vida no es Cristo céntrica
sino humano céntrico; la vida espiritual es creíble para asuntos de tarot,
guija, duendes, hadas, hechizos, limpias, limpieza o sanación a través de
chacras [invocación de espíritus malignos], magia dizque blanca, etc., pero
cuando se habla del evangelio o del poder de la oración para cambiar los
eventos de nuestras vidas muy pocos creen, por ejemplo los sacerdotes, hijos
predilectos de la Santísima
Virgen María, pueden con sus
manos consagradas aliviar y curar enfermedades, resucitar muertos, y
muchos prodigios más, pero como la fe esta golpeada por el modernismo, muy
pocos de ellos se atreven a ejecutar este tipo de acciones, si tan solo hubiera
ayuno, penitencia y oración, puedo asegurar que hasta lo imposible se puede
materializar.
En estos tiempos las sinagogas y los sanedrines son de otro tipo, los
grupos de poder enquistados en la santa sede han motivado la modernización de
la iglesia en su rito misal y la doctrina y su manera de enseñarla, con ello la
posibilidad de que el infierno desaparezca de la mente de los creyentes es casi
total y se educa en que Dios es amor y que hagamos lo que hagamos por fe iremos
al cielo, falacia grande, Dios es amoroso pero también es justo; el infierno está
destinado para todos los tibios, los paganos, los ateos, etc. y dada esta situación
si bien ahora ya no se condena a los que transmiten la Divina Palabra, Los Santos
Evangelios, pero se rechaza y la permeabilidad de los hijos del mundo luchando
por sobrevivir y obtener los bienes temporales para subsistir [muchos bienes
por su corta caducidad (bienes y servicios ideados por los grupos de poder
masones y demás, etc.) obligan al ser humano a vivir atado al gasto renovando
por ejemplo electrodomésticos o los cambios en los diseños al escasear los
repuestos o piezas de reposición obligan a comprar nuevos productos.] cierran
su corazón a los que evangelizan y la palabra es sometida a la hoguera
espiritual.
El orgullo anclado en los corazones de las personas con deseo de poseer lo
terrenal es en estos tiempos modernos como a diario se tortura a la palabra y
se martiriza el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María.[1ª
Timoteo 6:10. Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y
algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron
con muchos dolores.]
En este día que se conmemora el martirio del primer martir apedreado de la Iglesia Católica, elevemos una
oración para pedir que el temple y amor al Señor, de San Esteban, sea infundido
en nuestros corazones por El Espíritu Santo para que luchemos por la salvación de
nuestras almas en tanto tengamos vida y podamos abrir la boca para pedir perdón
y no para pedir auxilio para que nos rescaten de las llamas del infierno cuando estemos pagando la condena por nuestra tibieza espiritual.
Amén.
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