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sábado, 27 de diciembre de 2014

Fiesta de La Sagrada Familia






Fiesta de la Sagrada Familia: Jesús, María y José

Cumplen con la ley, Dios, El Verbo Humanado, se somete a la ley terrenal, ya que es parte de los habitantes de la tierra no hace uso de su derecho de no cumplir, siendo el dueño de todo, el Rey de Reyes, y como si hubiese sido parte del pecado original humildemente cumple con lo que los humanos cumplen para su purificación.

San Simeón dirige sus profecías a la Santísima Virgen María, como para confirmar lo que de antemano ella ya sabía, que Nuestro Señor es motivo de hundirse en el infierno o de salvar el alma, quienes creen y quienes no creen, los que amamos el mundo y los que creemos en lo espiritual.

Y la Santísima Virgen María es consagrada como la medianera, la viadora; ya que al acompañar al Señor Jesús a lo largo de su estadía en la tierra tanto en la proclamación de la palabra como en su pasión, muerte y resurrección es la Santísima Madre que sufre por las intenciones de los corazones de cada ser humano que vive en este planeta; cada pecado que cometemos los seres humanos aumentan la pasión eterna en que vive el Santo Jesús martirizado, y así lo expresa San Simón; ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones. La Santísima Virgen María es el amor puro de Jesús El Señor, es la que vela porque quien le invoca reciba el auxilio necesario para que la sangre de Cristo no se halla derramado en vano.

En este evangelio (San Lucas 2:22-40) se presentan los dos primeros profetas, además de San Juan Bautista, ya que tanto San Simeón como la profetiza Santa Ana, son los dos primeros que anuncian al mesías y lo hacen públicamente en el templo.

40. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él: El santo evangelista, escribe que el niño crecía y se fortalecía, pero lleno de sabiduría era desde el principio de los tiempos, ya que siendo Dios la sabiduría era ya intrínseca en su ser como humano y así los milagros ocurrían por donde el pasaba, ya que la gracia de Dios estaba sobre él, es cierto que el primer milagro publico fue en las bodas de Cana cuando transformo el agua en vino, pero hubo muchos y muchos milagros no públicos que se efectuaron derramando bendiciones por doquier que El se dirigía; El Señor Jesús no era humano, era un Dios Humanado, entonces, los prodigios abundaban por donde el pasaba y se reservaban para evitar que satanás adquiriese conocimiento de que El Salvador ya estaba en la tierra para cumplir con las promesas de Dios Todopoderoso al pueblo de Israel.

Dicen que la familia es la base de la sociedad, pero en verdad que la familia es la base de la fe y de la iglesia, ya que el conocimiento de Dios se adquiere en el seno familiar cuando se educa a los hijos, y el padre haciendo las veces de sacerdote consagrado administra la honradez y devoción, y la madre haciendo las veces de corredentora esparce el amor y sabiduría al interior del hogar. Esto lo sabe muy bien satanás, qué la familia es la base de la iglesia y del amor entre los humanos, y por lo tanto en estos tiempos y desde siempre ha procurado que se destruya el núcleo familiar a fin de que la corrupción se haga presente en los individuos desde su niñez y que el amor se transforme en mezquindad, con esto se multiplica el odio, el rencor, y demás vicios de la carne en la sociedad y deviene en problemas sociales y políticos. La base espiritual se ve socavada y los individuos se afanan mejor en buscar la supervivencia en la vida terrenal que luchar por ganar el cielo a través de la práctica espiritual.

Dios es amor y la imagen viva de San José, La Santísima Virgen María y el Rey Nuestro Señor Jesús, son el triangulo equilátero en que descansa el amor; de ahí que era necesario que el niño tuviese un padre terrenal que asumiera la responsabilidad ante la sociedad de representar al núcleo familiar como varón santo y responsable, que además de preocuparse por procurar el alimento, también procurar dar amor, comprensión, cariño, y afectos que necesita un infante para sentirse parte de la sociedad llamada familia. El Niño Dios siendo quien Era y Es no necesitaba de un padre terrenal, sin embargo, era necesario presentarnos a nosotros la figura paternal de San José para dejarnos en claro que en este mundo así deben funcionar las cosas y que familia sin padre, no es familia, sino que es un grupo de personas llenas de resentimiento, necesidades afectivas (y materiales en algunos casos) y de fuerza moral endeble. Y que es necesario que toda familia funcione con una madre, un padre y los hijos, y pueden faltar los hijos, pero nunca puede faltar alguno de los padres (salvo caso de fallecimiento de alguno de ellos); hasta ahí se manifiesta el ejemplo de mansedumbre y humildad representado en San José, la Santísima Virgen María y el Niño Dios.

 
“-Espíritu Santo

ata con lazos de fuego amoroso

los corazones de los esposos

a sus esposas;



Qué los vínculos sacramentales

No se rompan por la torpeza humana;



Ata las intenciones

a la intención Divina.



Habita en el centro de los hogares.



Encomienda a San Miguel Arcángel

que delegue una compañía de su ejército

para que resguarde las murallas

del amor de los casados.



Que la fe, la esperanza y la caridad

nazca del amor matrimonial

y se desparrame

sobre los hijos;

Que ellos sean los mensajeros

del amor matrimonial.

Juntos hacer coro

con los coros celestiales

en la alabanza diaria

en clamor amoroso hacia Dios
Nuestro Señor.”



Amén.

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