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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Mensaje del Señor Jesús a Discípulo 3NOV2016-Advertencias son en serio








Diálogo de Nuestro Señor Jesucristo con ‘Discípulo’—3 de noviembre, 2016

http://sagradoscorazones.wixsite.com/apostolado/oct

[Comentario del ‘Discípulo’]                                                                       

Cuando empezó la claridad del día hice lo que Nuestro Señor Jesucristo me ordenó: rociar con agua bendita todas las construcciones y el material de construcción en la Comunidad.

 Después me dijo:

“Manda hacer un letrero o aviso con algunas instrucciones, pues este lugar es sagrado y algunos no saben lo que para ustedes representa.”

Cuando yo el Discípulo esparcía el agua bendita hice algunas oraciones de protección con la Sangre Preciosa. Él (Nuestro Señor) caminó conmigo todo el terreno mientras conversábamos.

Esto es lo que se me permite escribir; ¡Gloria a Dios!:

Discípulo: Mi Señor Jesús ¿no te has dado cuenta de algo?

 N.S.J.: Sí, Discípulo Mío, del silencio de los consagrados.

Discípulo: ¿Con respecto al Aviso?

N.S.J.: Así es, su silencio los hace entrar en complicidad. Andan muy ocupados y la vida de oración ha disminuido. Una gran fuerza en el mundo impide que Mi Gloria se manifieste a través de los consagrados. Después, durante el Aviso, en sus conciencias les declararé sus olvidos solapando toda clase de herejías en Mi Casa.

Discípulo: Mi Señor, Tú eres Dios, Tú lo sabes todo, Tú sabes que las profecías son ignoradas. ¿Qué hago cuando me pregunta Tu pueblo “¿Cuándo será el Aviso?”? Yo sé que está muy cerca el tiempo de que suceda. Hace mucho tiempo se anunció y muchos dicen que es sólo un invento y que engañamos a la gente con algo que no puede suceder.

N.S.J.: Ah Discípulo Mío, tú eres un profeta, Yo Jesús te llamé y te hice profeta de la Reparación y Desagravio a la Divina Justicia, y sobre ti he puesto una responsabilidad enorme.

 Hay tantos que dicen amarme y se sienten seguros y perfectos. Cuando Yo Jesús, guarde silencio para todos, entonces no serás Mi profeta, pero mientras Yo hable contigo y puedas escucharme, Yo seguiré reclamando a las almas del mundo por el silencio imprudente e ignorante.

Cuando Mi Justicia se manifieste al mundo, llorarán, gemirán y se lamentarán los pueblos y sus habitantes. Ah Discípulo, ¿cuál es la gloria del profeta?

Discípulo: Las Bienaventuranzas mi Señor Jesús.

 N.S.J.: Bien has dicho “Felices ustedes cuando por causa Mía os inventen toda clase de calumnias y chismes. La rebeldía de Mi pueblo atrae la Justicia Divina y vuestra preparación debe ser de inmediato. Mis ángeles han salido ya por todos los caminos. Mis enviados cruzarán fronteras, mares y ríos porque un gran desastre se avecina, se aproxima.

 Vuestros científicos errarán en sus pronósticos. Lo que no es sagrado, lo que es profano a Mi Nombre y a Mi Casa arderá con fuego de azufre.

Ah Discípulo, es un gran mal que Mi pueblo rechace Mis Advertencias. Las naciones, sus líderes y sus habitantes estarán angustiados cuando Mi Brazo caiga sobre el mundo y la basura del pecado que hay en el mundo.

 ¡Dile ‘Discípulo’ a esta generación pervertida que Mis advertencias son en serio, escribe de Mi parte a esos que dicen y proclaman que Yo no amenazo ni castigo a nadie, que Soy puro Amor y Misericordia, que también Soy Dios Celoso, que siento Celo por Mi Casa, por Mi Causa y por los pobres pequeños Míos que son despreciados e ignorados!

Pronuncia un AY a los espíritus burlescos que se ríen y difunden toda clase de calumnias contra Mis proyectos y en contra de Mis escogidos.

Di un AY de Mi parte a Mis sacerdotes que se han olvidado del buen juicio y lo que es de verdad, metiéndose inescrupulosamente en los placeres y negocios del mundo.

 Los siete truenos de Mi Justicia serán como un bramar de pueblos inmensos, como rugidos del mar desde el centro de la Tierra. Huirán los cerros y los montes en la dispersión cuando los polos de la Tierra sean invertidos. Los huracanes serán remolinos. Habrá espanto al caer la tarde, antes del amanecer no quedará nadie. Esa será la suerte de vuestros explotadores y saqueadores que se enriquecieron con vuestro dolor y sufrimientos, que escupieron Mi Cruz, pisotearon Mi Sangre y se burlaron de Mis Santas Ordenanzas.

Por los ríos de Europa se oirá el zumbido de mosquitos y las plagas devorarán como insaciables depredadores toda vegetación que esté en pie después del asteroide haya abrazado la Tierra con su franja de calor.

En algunos lugares de Europa será imposible la sobrevivencia. A muchos de sus habitantes les fallará el corazón y morirán.

 Los hombres se pelearán entre sí, un amigo contra otro, una ciudad contra otra, un reino contra otro.

Se trastornarán los pueblos y no conocerán Mi visita y Mis juicios. Serán ya incapaces de reconocer Mis mensajes y advertencias. Seguirán consultando a sus brujos y adivinos, a sus magos y a sus brujos.

 ¿Dónde están vuestros sabios que os predicen mentiras mientras ignoráis la profecía auténtica?

Ah ‘Discípulo’ Mío, tú sigue adelante tu camino y no te detengas, aunque te pongan piedras y espinas en el camino que Yo Soy quien te cuida y nada ni nadie puede dañarte. Yo Soy Jesús, quien siempre te ha protegido. Enfrentarás a falsos profetas y seguirás hablando de Mi parte a tiempo y destiempo porque sólo debes vivir en esta Tierra para darme gloria.

Discípulo: Ah mi Dios y mi Señor, me han dado varios golpes pero yo sé que Tu Mano me sostendrá. Bendíceme y conocerán los pueblos Tu Justicia.

Sin Tu bendición nada puedo, Tú eres mi fuerza, mi amparo, mi refugio, sólo haz que sea valiente y alláname el camino.

 N.S.J.: Ahora pondrás todo esto por escrito como testimonio de tu fe y la alianza conmigo. Lo he dicho Yo, el Dios de vivos y muertos, el Dios que siempre cumple sus promesas.


[Narración del ‘Discípulo’]



Al terminar de esparcir el agua bendita en el terreno de la Comunidad, de repente Nuestro Señor desapareció y no lo vi más. Una gran paz llenó mi corazón y mi alma fue confortada en gran manera, más toda esta conversación me dejó un poco inquieto. Él, Nuestro Señor habló aquí con gran firmeza, aplomo y seguridad.

Ojalá que muchos puedan leer estas palabras que me ordenó escribir. ¡Gloria a Dios y María Santísima nuestra Madre! ¡Ave María Purísima!

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