SAN JOSÉ, PADRE PUTATIVO DE EL SEÑOR JESUS.
La fiesta del Padre
nutricio de Jesús se extendió en la Iglesia a partir del siglo XV, cuando fue
propagada por san Bernardino de Siena y Juan Gerson.
Los evangelios nos lo
inscriben enmarcado en la historia de la salvación. José, de oficio carpintero
en el pueblecito de Nazaret, se sintió turbado cuando comprobó que María, su
esposa, con la que no había cohabitado, estaba encinta.
Pero el Señor le hizo comprender que el estado de su mujer era
obra del Espíritu, y él la acogió, secundando los planes de Dios.
Con María marchó a Belén, donde nació Jesús, y en todo momento
José se cuidó del sustento y protección de la Madre y del Hijo.
Con ellos estuvo en la adoración de los pastores y de los reyes,
en la circuncisión del Niño y en su presentación en el Templo, en la huida a
Egipto, estancia allí y regreso a Nazaret, donde Jesús fue creciendo al amparo
de sus padres.
Por último vivió con María el dolor y el gozo de hallar a Jesús
cuando creían haberlo perdido en Jerusalén.
Dios confió a José la custodia discreta pero eficaz de María y
de Jesús, y, con razón, Pío IX lo declaró en 1870 Patrono de la Iglesia
universal.-
En el Cruento y Santo Sacrificio de la Misa el esta presente
junto con la Santisima Virgen María viviendo de nuevo la ofrenda de sangre y
carne del Señor a Dios Padre para la redención de los que desean salvarse.
San José tuvo autoridad paternal sobre Nuestro Señor, como padre
terrenal, y Nuestro Señor obedientemente se sometio a la voluntad de San José.
San José es patriarca de nuestra Santa Iglesia y el dia que nos corresponda
observar la Gloria del Señor veremos y nos daremos cuenta que San José ocupa un
lugar privilegiado en el Reino de Los Cielos.
Suplicale intercesión a San José por preservación de la castidad y por la unión de las familias, pidele que a la hora de la muerte nos acompañe junto con su Santisima e Inmaculada Esposa en ese duro trance hacia la rendición de cuentas y la eternidad.
Oración:
Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la
salvación de los hombres a la fiel custodia de san José, haz que, por su
intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su
misión salvadora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARIA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
Amén.
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