¡ORAD EN
CADENA HIJOS MÍOS, PARA QUE SEA ABOLIDA EN MI IGLESIA LA COMUNIÓN EN LA MANO Y LOS LAICOS DANDO
COMUNIÓN, PORQUE ESTE SACRILEGIO HACE LLORAR AL CIELO Y ENTRISTECE A MI PADRE!
NOVIEMBRE 29 DE 2013 - 8:15 A.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS SACRAMENTADO AL MUNDO CATÓLICO
Mis hijos, que mi paz esté con vosotros.
Todo está llegando a su límite, así mi Padre lo ha dispuesto. El
tiempo de la misericordia se está agotando, falta muy poco para que se consuma
en su totalidad. Muy pronto vendrá el tiempo de la justicia y todo cuanto veis
en la creación será transformado; con el aviso y milagro terminará el tiempo de
la misericordia.
El cielo sigue advirtiéndole a la humanidad para que se prepare
a este gran acontecimiento que transformará sus vidas. Qué tristeza que muchos
no quieren creer y continúan en su cotidianidad haciendo caso omiso a nuestros
llamados; hijos de poca fe, si los acontecimientos descritos en la Santa Palabra y en
los mensajes que venimos dándole a la humanidad a través de los profetas de estos
últimos tiempos no se han cumplido, es por misericordia de mi Padre que se ha
abstenido por la intercesión de mi Madre, a que todo se cumpla. El cielo junto
con mi Madre intercede por esta humanidad, pero cuando se agote el último
segundo de misericordia, todo se desatará. Entended que mi Padre no se complace
con la muerte del pecador.
Orad en cadena hijos míos, para que sea abolida en mi iglesia la
comunión en la mano y los laicos dando comunión, porque este sacrilegio hace
llorar al cielo y entristece a mi Padre. Acordaos que el poder de la oración en
cadena, el ayuno y la penitencia, todo lo derrumba.
Me duele y entristece ver cómo muchos laicos y religiosas
profanan mi divinidad, tomándome en la mano y otros dándome, como si yo fuera
un objeto material o un pedazo de pan; no se dan cuenta que soy yo vivo y real
quien se hace vida en vosotros en la sencillez de una historia consagrada.
Mirad cómo me ultrajáis, ¿este es el pago que recibo por mi amor?. Muchas almas
están en las profundidades del purgatorio y otras se han condenado por esta vil
profanación. Noli Me Tangere, ¡no me toques!, porque vuestras manos no son
dignas de recibirme y de darme, este ministerio sagrado solo lo he conferido a
mis Sacerdotes, Obispos, Cardenales y el Papa, sólo manos consagradas por la
unción sacerdotal pueden tocarme.
Haced buenas confesiones, mortificad vuestros sentidos y orad
con el salmo 51, que le di a mi siervo David antes de recibirme; si no
participáis de mi cena pascual, no podéis alimentaros de mi cuerpo y de mi
sangre; os digo esto, porque muchos llegan al final del santo sacrificio a
recibirme como si fuera algo mundano lo que reciben. Otros me reciben en pecado
mortal, no sabiendo que con esto se están bebiendo el cáliz de su propia
condenación. Debéis de confesaros mínimo cada mes, pero si cometéis faltas
graves debéis de hacerlo de inmediato; muchos llevan meses sin confesarse,
porque según ellos no tienen pecados; os digo, que todos sois pecadores, solo
Dios es Santo. ¡Oh qué engañados que estáis y qué falta de evangelización en mi
Iglesia! Os recuerdo las palabras de mi salmo 51 cuando dice: en maldad yo fui
formado y en pecado me concibió mi madre (Salmo 51, 7).
Qué tristeza siento al ver a muchos de mis hijos, recibiendo mi
Cuerpo y mi Sangre, sin haberse confesado primero. La apostasía ha entrado a mi
Casa, muchas de mis Casas permanecen vacías y otras en museos se han convertido
y yo, permanezco olvidado en el silencio de sus sagrarios. ¡Oh, qué ingratitud,
la soledad y la tristeza me embargan! ¡Qué dolor siento al ver a la inmensa
mayoría de la humanidad tan perdida!. Cuando lleguen los días de oscuridad, ya
no vais a tener mis casas abiertas, entonces, clamaréis: Señor, Señor, dónde
estáis, ven sálvanos y ya no habrá quien os escuche.
Venid a visitarme, no me dejéis solo, es vuestro Padre y vuestro
Salvador quien os espera; no desaprovechéis la fuente de mi misericordia que os
estoy brindando; venid a calmar vuestra hambre y a saciar vuestra sed; os estoy
esperando con los brazos abiertos, para daros mi amor, mi perdón y mi vida en
abundancia.
Vuestro Amado, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer este mensaje a toda la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario