PEDIDO DE CRISTO RELACIONADO CON LAS UVAS
BENDITAS:
Cristo nos
indica que se debe buscar a un sacerdote y pedirle la bendición para un racimo
de uvas o para una sola uva, ya que con una uva bendita se pueden alimentar dos
personas y así resistir sin alimento, si se posee Fe y se encuentra debidamente
preparada la criatura; esto servirá para los tiempos de carestía alimentaria.
Para bendecir
las demás uvas:
Con la uva ya
bendecida por el sacerdote, se procede a bendecir las restantes de la siguiente
forma:
Cada uva debe
poseer un trozo de tallo del que la unía al racimo, por lo que es recomendable
cortarlas con tijera.
Se debe bendecir
con la uva bendita las restantes, una por una, diciendo: “En el Nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.” Mientras se frota la uva
bendecida con la que se está bendiciendo.
Luego en envases
esterilizados se van guardando las uvas que están benditas y luego a cada
frasco se le adjunta vino o brandy, ningún otro licor. Se cierra el frasco y
allí se preservarán el tiempo que sea necesario, hasta que se vayan a consumir.
De estas uvas ya benditas, se puede compartir con los hermanos, pues ya llevan
la bendición y así otros podrán preparar sus propias uvas benditas.
Hace 15 años
atrás Cristo nos había solicitado bendecir uvas y aun se encuentran en buen
estado.
Si en algún país
no se encuentran uvas, se puede utilizar otra fruta que abunde y sea pequeña
como la uva.
Al mencionarme
Cristo nuevamente este pedido de las uvas benditas, recordé también las Uvas de
San Damiano, lo que comparto a continuación:
·
Durante una de las
apariciones de la
Santísima Virgen María a Mamma Rosa Quatrinni, vidente de San
Damiano (1964-1970), Italia (ya fallecida), Nuestra Señora le bendijo un racimo
de uvas, indicándole que estas uvas sustentarían a todos aquellos que tengan fe
en el valor alimenticio de estas uvas y se alimenten con ellas durante los días
del anticristo (la “marca de la bestia”, las guerras, el hambre, las sequías,
las plagas, las catástrofes, las calamidades, y las enfermedades).
A continuación la
Santísima Virgen María indica cómo transferir la bendición de
las uvas de una Uva Bendita a un racimo nuevo de uvas, para que se beneficie
más gente de ellas.
Estando las uvas todavía pegadas al racimo se lavan completamente con una
solución de agua y una o dos gotas de jabón líquido; después se enjuagan. Luego
se cortan las uvas del racimo con tijeras; tratando de dejar un pedacito de
tallo en cada uva. Se toma una Uva Bendita y se frota contra una uva fresca
haciendo la Señal
de la Cruz ,
mientras se va diciendo: “En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén”. Tengan listo un recipiente limpio de vidrio que tenga una tapa
que selle bien.
Han salido a la luz ciertas profecías en las cuales se dice que los
soldados que vayan a luchar bajo la bandera de Jesús y María contra las fuerzas
del anticristo serán guiados por San Miguel Arcángel.
Estos hombres estarán llenos de fuerza, y no obstante no requerirán
alimento. Este hecho asombrará a otras personas las cuales se unirán a estos
soldados, haciendo crecer las pequeñas fuerzas Marianas hasta llegar a ser un
gigantesco ejército. Estos lucharán para derrocar las fuerzas del anticristo. La Santísima Virgen
ha comunicado a muchos santos y videntes que estas tropas serán alimentadas
desde el Cielo. Quizás las Uvas Benditas son uno de los muchos milagros de los
tiempos finales a que se referían los santos de tiempos pasados en sus
visiones.
Profeta Luz de María Bonilla
Hija amada del Señor y La Santísima Virgen.
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